Canadá por primera vez. Que comience la aventura.

Leí por ahí que Toronto es “Nueva York administrada por los suizos”: podés encontrar teatros, tiendas y restaurantes de primer nivel, pero las aceras están limpias y la gente es amable. 

Con estas expectativas viajé a Toronto.


Los pasajes los había emitido 7 meses antes y, un tiempo después, sacaba la visa de turista.

La idea original, 4 noches en Toronto.

Así que me di a la tarea de buscar dónde quedarme.

Elegí la plataforma Airbnb y encontré un estudio en el subsuelo de la casa de una familia torontoniana, a algunas cuadras del Downtown, el centro de la ciudad.

Listo, ya tenía alojamiento.

¿Qué hacer en la ciudad? ¿Qué visitar? 

Toronto, capital de la provincia de Ontario, es la capital económica de Canadá. Uno de los más importantes centros financieros del mundo y el centro de la cultura canadiense.

Su alto nivel de vida, uno de los más altos de América del Norte, la baja criminalidad, el cuidado del medio ambiente, hacen que se la considere una de las ciudades más habitables del mundo.

Ciudad cosmopolita como ninguna, donde casi el 50% de la población es extranjera. Y eso se evidencia a cada paso.

Me entretuve armando algunos planes, reservando una excursión e inventando itinerarios para aprovechar mis días en la ciudad.

Los 6 meses pasaron, la espera terminó, y subí por primera vez a un avión de Air Canada: el vuelo matutino desde Buenos Aires a Toronto, directo.


Viajar con Air Canada fue excelente, con el avión al 70% de ocupación, muy cómodo. Iba sola en mi fila, para estirarme y explayarme a mis anchas...

En el aeropuerto Internacional Toronto Pearson, los trámites migratorios, retirar el equipaje  y salir llevaron bastante tiempo porque éramos muchos aviones llegando a la vez: fin de semana largo, feriado de Acción de Gracias en puerta. La respuesta a la pregunta: ¿no es muy lento para ser Suiza? jajaja

Quedaba la última fila, entregar el último papel, y la salida a buscar el transporte. 

Eso ya estaba decidido: el tren UP Express hacia Toronto y luego combinar con el metro. 


Aproveché para sacar dólares canadiense en un cajero automático que está a pasitos de la oficina y de las máquinas del UP, porque iba a necesitar un rato más tarde para comprar los tokens para el metro.


A buscar el andén y esperar el tren para trasladarme desde Mississauga (la ciudad vecina de Toronto) hasta mi casa en Harbord Village en Toronto.

Salí de la estación del UP como si supiera, para ir a buscar la estación del metro y conocer a los famosos tokens y el frasco de plástico donde se colocan para pagar el viaje.

Poca gente a esta hora en el tren. Unas estaciones adelante y llegué a la mía. Ya sabía que tenía escaleras mecánicas. ¡Albricias!


A la calle y a casa.

Era sábado a la noche pero este cuerpo se había levantado a las 5.50 am del día anterior, había dormido en las sillas de un aeropuerto y después dormitado en el avión. Quería un colchón cómodo, una ducha caliente y unos mates. 

Y lo tuve.

Amoroso detalle de los propietarios.

¡Hasta mañana, Toronto!

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