Parque Nacional do Iguaçu

Y se venía la cereza del pastelito. ¡Vamos a ver el agua!

Salimos del Parque das Aves y, cruzando la ruta, unos metros más allá, la entrada al Parque Cataratas. Ya habíamos quedado con Manuel la hora y el lugar donde nos juntábamos a la salida.


Fuimos derecho al Centro de Visitantes a buscar las entradas. Los tickets se pueden comprar por internet, también hay máquinas a la entrada, cerca de la taquilla (sólo con tarjeta de crédito) o, en la misma taquilla, en pesos, reales, dólares, tarjetas o combinación de todos los medios de pago. Hay precios diferenciales para residentes locales, Mercosur o internacionales, por lo que hay que presentar un documento válido: R$37 / R$50 / R$63, respectivamente. Los niños abonan R$10.

Como corresponde, pasamos por los baños, y ya fuimos a la zona de embarque de los autobuses.

Para recorrer el Parque, un autobús turístico te lleva desde el Centro de Visitantes hasta las distintas paradas del recorrido. Acá pueden ver el mapa, desde la página del Parque:


Si contratan algún tour o safari por la selva, el autobús los deja en la parada correspondiente y pueden tomarlo de ahí mismo para regresar. Durante todo el recorrido hay una audio guía, en portugués e inglés, que va contando datos del parque y anuncia las paradas. 

Nosotras bajamos donde inicia el sendero de las Cataratas, frente al Hotel Cataratas.


Después de ahí, queda una parada más del autobús que es en Puerto Canoas. 

Dependerá de cada uno iniciar en uno u otro lugar: para aquellas personas con movilidad reducida o con cochecitos de bebé, es conveniente que lleguen hasta Puerto Canoas y que bajen por los ascensores, ya que, si bien el sendero no es muy extenso, hay zonas de pendiente y escaleras.


¡Y empezó la magia!


Nada más vivificante que sentir la bruma que ya se te empieza a pegar...


Se ven las pasarelas, che. ¿Para allá vamos?


Imposible no empaparte: si quieren llevar capas de agua, las venden en todas las tiendas en el Centro de Visitantes o paradores. Nosotras no llevamos...


Al final del sendero hay tiendas, sanitarios, y los ascensores para llegar al nivel de la calle. Como entramos al parque cerca del horario de cierre, las tiendas ya estaban cerradas cuando llegamos al final del recorrido: el horario de entrada al parque es de 9 a 17 hs).

No, la estructura no tiene PISO... AHHHH!!!


¡No apto para acrofóbicos!


Nos escurrimos y fuimos a esperar los autobuses que, a esta hora, casi las 18 h, solamente estaban sacando a los empleados y a los visitantes del parque. A abrigarse un poco porque el cuerpo y la ropa mojada van a pasar factura...

Otra visita a los sanitarios y ¡Chau Parque das Cataratas! IM-PO-NEN-TE.

Sólo quedaba una parada técnica antes de pasar por migraciones...


Até a próxima vez, o Brasil!

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