Los viajes que no fueron. Parte 1

Y sí, este es el post que un blog que intenta escribir de experiencias viajeras no quiere tener en sus listas pero, el Coronavirus nos tocó a todos.

Si estás leyendo esto ahora, en junio 2020, nos entendemos. Si lo leés en el futuro y el virus ya es sólo un mal recuerdo, ¡qué alegría!


Todos, en mayor o menor medida, estamos afectados por la pandemia: trabajo, salud, economía, ocio, relaciones, afectos... Es un bicho así de chiquitito y se cargó un planeta.

Desde el 17/03/20 estoy en aislamiento social y preventivo y, mientras intento mantener la mente entretenida, aproveché estos últimos meses de encierro para, entre otras cosas, tratar de cancelar 3 viajes que iban a suceder entre marzo y junio / julio de 2020.

Aunque mis reclamos y solicitud de reembolsos empezaron junto con la cuarentena, no quería escribir algo hasta no tener resueltos todos. Ella, esperanzada.

Y ahí les va el cuento...

Había una vez que tenía un viaje en marzo 2020 a Buenos Aires, para ver el recital de Maroon 5. Y un viaje a Buenos Aires en mayo 2020 para ver el recital de la gira despedida de Kiss y quedarme un par de días paseando y visitando amigos. Y un viaje a Europa en junio 2020 para pasar unos días en Londres, otros tantos en Copenhague y embarcarme en un crucero por el Mar Báltico. Y sólo me faltaba reservar / comprar alguna que otra tarjeta turística o de transporte...

Primer cuento: Memories

El mismo día del recital de Maroon 5 en Argentina, 12/03/20, la ciudad de Buenos Aires inició el proceso de entrada a la cuarentena y se cancelaron, desde el mediodía de ese jueves, todos los espectáculos y encuentros masivos (Argentina entraba en aislamiento social obligatorio el lunes siguiente).


Por una casualidad hermosa de la economía argentina, un par de semanas antes decidía no viajar, porque no conseguía pasaje a un precio pagable y pude transferirle mi entrada a una amiga. ¡Qué bien todo! Ponele.

Ese día nos la pasamos siguiendo las crónicas para saber qué pasaba con el recital y, una vez cancelado, a seguir a la productora para saber qué pasaba con el dinero o con el show.

Se reprogramó para marzo de 2021. La entrada está en manos de mi amiga, juntando telas de araña... Bueno, ni tanto, es una entrada virtual en una app de celular. Veremos.

Final con sabor dulzón.

Segundo cuento: I was made for loving you, baby

En octubre de 2019, con prolijidad y esmero, compré por internet mi entrada para el tour despedida de Kiss, End of The Road World Tour. La distribución iniciaba a finales de noviembre de 2019 y, mientras disfrutaba de mis días en Nueva York, la entrada llegó a San Juan.

En febrero compré los pasajes y busqué, reservé y pagué alojamiento para esos días.

Con la crisis bien desarrollada y en curso, tenía que cancelar vuelo, alojamiento y entrada.

El recital fue de lo primero de lo que tuve información: re programaban para noviembre 2020 y, quien no pudiera / quisiera asistir podía solicitar reembolso a la productora. Y eso fue lo que hice.


Más temprano que tarde, tuve devolución del valor de la entrada, no devolvieron los cargos de servicio ni el envío postal.

Con Airbnb fue tan simple como apretar un botón, cancelar la reserva y MINUTOS después tenía el total del dinero acreditado en mi cuenta de PayPal. Las fronteras de Argentina estaban cerradas y también el tránsito interno.

Le escribí a la dueña de la propiedad para avisar de la cancelación y nos mandamos un beso a la distancia y que nos cuidáramos mucho.

El vuelo lo había comprado por agencia, Almundo, y, como todos solicitaban y pedían, para dar prioridad a pasajeros / clientes con reservas más urgentes, esperé hasta que mi vuelo estuvo a una semana de su supuesta fecha de inicio.

Por las restricciones aéreas, ese vuelo ya no existía. Ni cancelado, inexistente.

Desde el portal en internet, como recomendaban, pedí el reembolso, porque el vuelo ya no existía... y quedé en silencio de radio con un mail automático como única respuesta. Después de un tuit con una encuesta que los mencionaba, me contactaron para ponerse a mi total disposición.



En resumen, su intención era no devolver el dinero y la única opción era re programar. Porque ellos debían tener una bola de cristal que sabía que antes del 30/11/20 todos íbamos a volar felices y contentos sin pagar penalidad.

E insistían en que "no dejara el pasaje abierto" porque ellos querían ayudarme a tomar la mejor decisión y se preocupaban por mi bienestar económico y emocional. Qué mal me caen los soretes obsecuentes.

Tengo un pasaje ida y vuelta a Buenos Aires abierto hasta el 30/06/21 sin penalidad por cambio de fecha.

Final con gusto ácido.

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El tercer cuento lo dejo para el próximo post porque es un cuento gordo y sabrosón, con muchos personajes y guión complejo. Sí, colegas, incluye a la agencia Despegar, así que... agárrense de la silla.

Hasta aquí, alto porcentaje de satisfacción.

Airbnb, impecable. All Access, lento pero seguro. Almundo, me caés mal.


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